lunes, 2 de septiembre de 2013

¿DONDE INICIO LA ESCRITURA?






LA APARICIÓN DE LA ESCRITURA.

Apareció paralelamente en Mesopotamia (3300 a.C) y Egipto (3500 a.C.) debido a las nuevas necesidades administrativas y comerciales. Con ella surgieron la enseñanza en las escuelas, la transmisión científica y cultural y su recopilación en bibliotecas.

  •  En Mesopotamia la escritura era cuneiforme y se escribía sobre tablillas de arcilla.
 
  •  En Egipto la escritura era jeroglífica y se escribía sobre papiros.

 


Las primeras muestras de escritura realizadas por el ser humano proceden de la ciudad sumeria de Uruk, erigida en la orilla derecha del río Éufrates, en la Baja Mesopotamia. Allí, una expedición arqueológica alemana halló en 1929 millares de tablillas de cerámica grabadas con signos cuneiformes –caracteres en forma de cuña– que datan de alrededor del año 3300 a.C. Tras descifrarlas, lo que más asombró a los especialistas fue que, en fechas tan tempranas, pudiera ser posible una escritura tan precisa. Debía existir alguna explicación. Algunos creyeron hallarla en el trabajo de los escribas, quienes, por prisas o por descuido, fueron simplificando sus primitivos signos pictográficos hasta desembocar en la caligrafía cuneiforme. No obstante, ninguna prueba arqueológica apoyaba esta teoría. Durante decenios se mantuvo el misterio, hasta que fue desvelado de un modo verdaderamente insospechado.

Durante décadas, la polémica mas grande entre egiptólogos y orientalistas estuvo centrada precisamente en el tema de la invención de la escritura: ¿fueron los mesopotámicos o los egipcios? Los métodos arqueológicos de datación más avanzados han resuelto la cuestión otorgándole el honor a Mesopotamia. La escritura egipcia surgió algo más tarde, Y lo hizo provista ya de todos sus medios técnicos. Los jeroglíficos se emplearon durante más de 3.000 años, hasta el siglo IV de nuestra era. Se puede datar con toda exactitud el lugar y la fecha de la última inscripción: en la isla de Filae, el 24 de agosto del año 394. Respecto a la escritura cuneiforme mesopotámica, el último testimonio se remonta al año 75, también de nuestra era. Paradójicamente, proviene de Uruk, la misma ciudad que vio nacer la escritura. ¿Por qué el cuneiforme mesopotámico y los jeroglíficos egipcios dejaron de utilizarse?
Lo cierto es que aquellos remotísimos sistemas de notación eran de un manejo muy complicado. Estaban reservados a castas de especialistas que no sólo preservaban su cultura, sino también sus privilegios. De ahí que los escribas manifestaran una férrea hostilidad hacia cualquier simplificación, pues ello podría hacer peligrar su puesto de trabajo. Así, la escritura cuneiforme mesopotámica contaba, hacia su ocaso, con varios centenares de signos. Y los jeroglíficos con casi cinco mil. Podían haber evolucionado hacia una mayor simplificación, hasta encontrar un verdadero alfabeto. Pero, sencillamente, los escribas no supieron o no quisieron inventarlo. La simplificación llegó desde otras geografías. Numerosos pueblos residentes en la periferia del foco sumerio aplicaron las grandes posibilidades que les daba el imperfecto silabario cuneiforme.
Ninguno de estos pueblos llegó a desprenderse por completo del uso de los signos léxicos, pero redujeron su número de manera significativa y sistematizaron el empleo de los silábicos. Hacia el siglo XIII a.C.

Todo empezó en Mesopotamia

La necesidad de registrar las mercancías o de garantizar las transacciones comerciales propició la invención de la escritura en Mesopotamia. Tras este punto de arranque, el sistema comenzó a ramificarse hacia otras civilizaciones que realizaron sus propias aportaciones. Egipto, por ejemplo, dejó a un lado la grafía cuneiforme ideada por los sumerios para crear la escritura jeroglífica.



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