miércoles, 25 de septiembre de 2013

La Trinidad.



La trinidad de Andrew Rubliov.

Rubliov escogió la escena de la hospitalidad de Abrahán bajo la encina de Mimbré para representar simbólicamente a la Trinidad. Ofrecer hospitalidad al extranjero, al necesitado, a quien pide ayuda, es acoger al mismo Dios.

Ahora bien, para entender más sobre la Trinidad analizaremos el cuadro.



Bastón (1). Los tres personajes llevan un bastón largo y rojo. En la Antigüedad, el bastón era símbolo de poder, de dignidad y de autoridad. El bastón rojo estaba, además, reservado a los principales maestros.

Trono (2). Cada uno de los personajes está sentado en un trono que indica la diferencia entre el mundo terrestre y el celeste. El hecho de que los tres estén sentados en el mismo trono puede significar que son de igual dignidad.

Ropaje de color azul (3). Los tres van vestidos de color azul que simboliza su naturaleza divina.

Personaje de la derecha (4). El personaje de la derecha del icono representa al Espíritu Santo. Sobre la túnica lleva un manto de color verde, color de la naturaleza, que simbólicamente representa la regeneración de la vida sobre la muerte. El Espíritu Santo tiene el poder de renovar y revitalizar la vida del creyente. Detrás de esta figura se ve una montaña, que simboliza el lugar más alto de la naturaleza, y se convierte en un lugar sagrado donde se escala del mundo humano al mundo de Dios.

Personaje central (5). El personaje central simboliza a Jesús, el Cristo. El color marrón de la túnica es signo de su humanidad, Detrás de Jesús se encuentra la encina de Mimbré, una magnífica sombra donde cobija en el desierto. El árbol es símbolo de vida ya que se renueva continuamente y alimenta a personas y animales. También representa el árbol de la cruz donde Jesús se convirtió en fuente de nueva vida para los creyentes. Los dos dedos extendidos de Jesús encima de la mesa representan su doble naturaleza humana y divina. Cristo, con la cabeza inclinada, nos invita a dirigir la mirada hacia el Padre.

Personaje de la izquierda (6). El personaje de la izquierda es Dios Padre que lleva un manto transparente que cubre su túnica azul. Simboliza al Dios invisible, inefable, fuente de todo ser. Sobre su cabeza podemos observar una casa, la morada de Dios. También puede dar a entender que es constructor, el Dios creador.

Cáliz (7). Los tres personajes se sientan alrededor de la mesa para compartir y forman entre ellos un cáliz con Cristo en su interior. El cáliz es el punto focal del icono, el lugar de la esencia divina. La mesa se convierte en el altar del sacrificio, pero también en lugar de celebración, de compartir todo lo que se posee.

La trinidad del Cristianismo Ortodoxo y occidental




La Iglesia Ortodoxa es una comunidad cristiana cuya antigüedad, según la tradición, se remonta a Jesús y a los doce apóstoles, a través de una ininterrumpida sucesión apostólica. Es la tercera de las tres grandes iglesias o comunidades cristianas, junto con la Iglesia Católica Romana y el conjunto de iglesias protestantes, y cuenta con aproximadamente 215 millones de fieles en todo el mundo.
La Iglesia Ortodoxa es la heredera de todas las comunidades cristianas de la mitad oriental del Mediterráneo. Su doctrina teológica se estableció en una serie de concilios, de los cuales los más importantes son los Siete Concilios Ecuménicos orientales, que tuvieron lugar entre los siglos IV y VIII. Tras varios desencuentros y conflictos, la Iglesia Ortodoxa se separó de lo que hoy es la Iglesia Católica en el llamado Cisma de Oriente y Occidente, el 16 de julio de 1054. El cristianismo ortodoxo se difundió por Europa oriental gracias al prestigio del Imperio Bizantino y a la labor de numerosos grupos misioneros.
En la actualidad, el cristianismo ortodoxo es la religión dominante en Grecia, Chipre, Georgia, Ucrania, Serbia, Montenegro, Macedonia, Bosnia-Herzegovina, Rumania, Moldavia, Bulgaria, Bielorrusia, Rusia, y Armenia. Debido a la emigración, existen también comunidades importantes en Estados Unidos, Canadá y Australia.
La Iglesia Ortodoxa está en realidad constituida por varias iglesias autocéfalas, que reconocen la autoridad, meramente simbólica, de acuerdo al patriarcado que correspondan.

La doctrina ortodoxa con respecto a la Trinidad está resumida en el Símbolo Niceno-Constantinopolitano. Los cristianos ortodoxos creen en un solo Dios, a la vez uno y trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo, de una sola naturaleza e indivisible. La Santísima Trinidad son tres personas distintas e inconfundibles, cada una de las cuales es una hipóstasis de la Trinidad, que comparte una misma esencia, en griego ousia, increada, inmaterial y eterna. Al explicar la relación de Dios con su Creación, los teólogos distinguen la esencia eterna de Dios de sus "energías increadas", aunque se advierte que dicha distinción es artificial y no hay división posible en Dios. Tanto las energías como la esencia son, de forma inseparable, Dios. La distinción es usada por los teólogos para explicar cómo Dios puede ser al mismo tiempo trascendente (su "esencia" se mantiene fuera e infinitamente distante de su creación) e inmanente, interviniendo en su creación (sus "energías increadas" interactúan con su creación). Es también en sus energías como llegamos a distinguir las tres personas de la Trinidad.


La tradición occidental expresa en primer lugar la comunión consubstancial entre el Padre y el Hijo diciendo que el Espíritu procede del Padre y del Hijo (Filioque). Lo dice "de manera legítima y razonable" (Concilio de Florencia, 1439: DS 1302), porque el orden eterno de las personas divinas en su comunión consubstancial implica que el Padre sea el origen primero del Espíritu en tanto que "principio sin principio" (Concilio de Florencia 1442: DS 1331), pero también que, en cuanto Padre del Hijo Único, sea con él "el único principio de que procede el Espíritu Santo" (Concilio de Lyon II, año 1274: DS 850). Esta legítima complementariedad, si no se desorbita, no afecta a la identidad de la fe en la realidad del mismo misterio confesado.


*Catecismo de la iglesia catolica,
*Analisis y nuevos Horizontes.

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