La palabra "Pantocrátor" significa en griego
"Todo-poderoso". La representación de Jesucristo como
"Pantocrátor" trata de resumir en una sola figura al salvador y al creador.
Cristo como origen, fin y juez supremo de la historia y del mundo.
Es típica en las bóvedas y en las cúpulas en forma de
grandes frescos o a veces de enormes mosaicos. En España los más conocidos son
los de San Clemente de Tahull (siglo XII), en Cataluña y el de San Isidoro de
León. En ocasiones la figura de Cristo está rodeada de los símbolos de los
cuatro evangelistas (tetramorfos).
- Los vestidos
En la tipología del Pantocrátor, Cristo tiene una túnica
púrpura listada por una faja vertical de oro y está ceñido por un manto azul.
La púrpura y el oro, como es sabido, estaban reservados en la antigüedad al rey; por lo cual, en este caso, se pone de manifiesto la realeza divina de Cristo. No obstante, tras esta simbología de los colores, se oculta otro significado más importante: el misterio de la Encarnación.
La faja se inspira en la imagen del Apocalipsis: “Al volverme, vi siete candeleros de oro, y en medio de los candeleros a un Hijo de Hombre, vestido de una túnica de talar, ceñido al talle con un ceñidor de oro”. Ap. 1-13
El color azul del manto simboliza la naturaleza humana del Señor, como también es símbolo de misericordia, del amor de Dios hacia los hombres. “Clemente y compasivo es Yahveh, tardo a la cólera y lleno de amor. Como se alzan los cielos por encima de la tierra, así de grande es su amor para los que le temen”. Sal. 102-8, 11
¡Alma mía, bendice a Yahveh!
¡Dios mío que grande eres!
Vestido de esplendor y majestad, arropado de luz como de un manto.
Sal. 103-1, 2
La púrpura y el oro, como es sabido, estaban reservados en la antigüedad al rey; por lo cual, en este caso, se pone de manifiesto la realeza divina de Cristo. No obstante, tras esta simbología de los colores, se oculta otro significado más importante: el misterio de la Encarnación.
La faja se inspira en la imagen del Apocalipsis: “Al volverme, vi siete candeleros de oro, y en medio de los candeleros a un Hijo de Hombre, vestido de una túnica de talar, ceñido al talle con un ceñidor de oro”. Ap. 1-13
El color azul del manto simboliza la naturaleza humana del Señor, como también es símbolo de misericordia, del amor de Dios hacia los hombres. “Clemente y compasivo es Yahveh, tardo a la cólera y lleno de amor. Como se alzan los cielos por encima de la tierra, así de grande es su amor para los que le temen”. Sal. 102-8, 11
¡Alma mía, bendice a Yahveh!
¡Dios mío que grande eres!
Vestido de esplendor y majestad, arropado de luz como de un manto.
Sal. 103-1, 2
- El rostro
El rostro del Pantocrátor casi siempre es severo, pero
también se lo ha representado con una mirada de bondad que acaricia el alma.
“Pues el mismo Dios que dijo de las tinieblas brille la luz, ha hecho brillar la luz de nuestros corazones, para irradiar el conocimiento de la gloria de Dios que está en la Faz de Cristo”. 2 Cor. 4-6
“Pues el mismo Dios que dijo de las tinieblas brille la luz, ha hecho brillar la luz de nuestros corazones, para irradiar el conocimiento de la gloria de Dios que está en la Faz de Cristo”. 2 Cor. 4-6
- El nimbo
En esta aureola, que simbólicamente sirve para resaltar la
importancia y excelencia del personaje, se perfilan los contornos de una cruz.
Dentro de esos contornos se han inscrito las tres letras griegas “ómicron,
omega y ny” que significa: El que es, es decir el equivalente al nombre sagrado
de Dios, cuya persona nos ha sido revelada, pero cuya esencia permanece
inaccesible.
- La mano que bendice
Este gesto, ostensible mediante la posición de los dedos,
además de su significado obvio quiere subrayar un doble misterio.
Los tres dedos abiertos quieren recordar las Tres Personas de la Santísima Trinidad mientras que los otros dos, a las dos naturalezas de Jesucristo. Toda bendición procede de Dios Trino por medio de Cristo hecho hombre. A veces los dedos esbozan el monograma de Cristo: el meñique la I, el anular la C, el medio y el pulgar cruzados la X y el índice la segunda C (ICXC abreviatura griega que significa Jesucristo).
Los tres dedos abiertos quieren recordar las Tres Personas de la Santísima Trinidad mientras que los otros dos, a las dos naturalezas de Jesucristo. Toda bendición procede de Dios Trino por medio de Cristo hecho hombre. A veces los dedos esbozan el monograma de Cristo: el meñique la I, el anular la C, el medio y el pulgar cruzados la X y el índice la segunda C (ICXC abreviatura griega que significa Jesucristo).
- El libro
“Toda revelación será para nosotros como palabras de un
libro sellado”. Is. 29-11
¿Qué figura mejor que el libro abierto puede expresar esta imagen?
El Creador de todas las cosas, al encarnarse, ha compuesto un libro nuevo, salido del corazón del Padre, para ser escrito con la pluma del Espíritu en la lengua de Dios.
En el libro abierto se percibe con claridad un breve pasaje del Evangelio por ejemplo: “Venid a mi todos los que estáis fatigados y sobrecargados y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón y hallareis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera”. O bien “Yo soy la luz del mundo” o “Aquel que me siga no anda en tinieblas sino en la luz”, etc.
¿Qué figura mejor que el libro abierto puede expresar esta imagen?
El Creador de todas las cosas, al encarnarse, ha compuesto un libro nuevo, salido del corazón del Padre, para ser escrito con la pluma del Espíritu en la lengua de Dios.
En el libro abierto se percibe con claridad un breve pasaje del Evangelio por ejemplo: “Venid a mi todos los que estáis fatigados y sobrecargados y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón y hallareis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera”. O bien “Yo soy la luz del mundo” o “Aquel que me siga no anda en tinieblas sino en la luz”, etc.
Son menos frecuentes las representaciones del Pantocrátor con el libro cerrado, así como también existen versiones simplificadas de la imagen habitual de medio cuerpo al presentar tan solo un busto, ausentes las manos y partes del tronco, pero que pone el acento en la mirada de Cristo: con la frente despejada que traduce una inteligencia viva, los cabellos que caen sobre la nuca y los arcos de las cejas que refuerzan la expresión de los ojos; las orejas pequeñas pero visibles nos hablan de una actitud de atenta escucha. Su mirada majestuosa y profunda, se posa inevitablemente en quien le observa y le reza.
El Jesús desnudo.
Si alguien ha sido dibujado, pintado, esculpido desnudo en
toda la historia del arte ese ha sido Jesús, su cuerpo lo hemos visto acostado,
crucificado, en brazos de otros personajes, y en infinitas posiciones siempre
mostrando su cuerpo desnudo, muchas veces con “el manto de pureza” y muy pocas
veces mostrando su sexo.
Mateo en su capítulo 27 versículo 28 nos narra que después
de la flagelación de Jesús “Le desnudaron y le echaron encima un manto
purpura.” (Mateo 27:28); luego aclara lo que más tarde le hacen una vez que se
burlaron de él: “Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron el manto, le
pusieron sus ropas y le llevaron a crucificarle.” (Mateo 27:31) Sin embargo
Jesús es crucificado desnudo según de nuevo San Mateo: “Una vez que le
crucificaron, se repartieron sus vestidos, echando a suertes.” (Mateo 27:35)
Era costumbre cruel que en todos los actos de
flagelación, castigo, lapidación y muerte se desnudara al reo o
condenado, por lo tanto es creíble que Jesús haya sido crucificado desnudo. El
“Paño de Pureza” es un invento de la Iglesia Católica, un invento por pudor,
para apartar la idea corpórea y carnal de Jesús y elevar su contenido
espiritual.
En la desnudez de Cristo no se encuentra ningún doblez o
dolo sexual, sin embargo la iglesia prefirió cubrir su sexo y para indicar su
masculinidad, fruto de las polémicas teológicas sobre si su naturaleza era
únicamente humana o consustancial con Dios, decidió representar a Cristo apenas
cubierto su sexo con un velo, unas veces sutil y transparente velo.
El concilio de Trento canonizó la imagen de Cristo y la
insistencia en indicar la naturaleza masculina de Cristo se mantuvo mediante la
representación de numerosas Vírgenes María portando al niño Jesús desnudo y
mostrando su minúsculo e inocente pene.
Los primeros en mostrar el cuerpo desnudo de Cristo fueron
los artistas paleocristianos. Cuando la Iglesia impuso su poder en el mundo
apareció “El paño de Pureza” o “Perizoma”, todos los artistas cubrieron el
miembro de Cristo, son muy pocos los que desafiaron a la Iglesia.
*Religion en Libertad.
* Cristianos Gays.
*Los minimos y Maximos.
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